miércoles, 28 de abril de 2010

Las promesas no cumplidas de César Bojórquez

Está por llegar a su fin una de las administraciones municipales más perversas, corruptas, cínicas e impunes que se hayan dado jamás en nuestro amado municipio de Mérida.

Encabezado por el pequeño y nefasto pupilo del depredador mayor Patricio Patrón Laviada, César Bojórquez Zapata busca hoy día sus márgenes de impunidad al salir del Ayuntamiento (aunque debería yo de decir: al ser sacado del Ayuntamiento, porque seguramente así se lo habrá de hacer el pueblo de Mérida).

Cínicamente, el pequeño César anuncia con bombo y platillo que terminando su encargo, se habrá de retirar de la política. Y bueno, que quiere este mentecato, que nos pongamos a llorar, o que nos pongamos a reventar nuestras manos con sonoros aplausos. Imbécil.

Después de todo lo que junto con sus compinches se ha robado de las arcas del Ayuntamiento, después de haberse beneficiado en muchos asuntos, al pequeño César no le costará absolutamente nada irse a Hawai a derrochar nuestro dinero. Vea usted.

César Bojórque se larga del Ayuntamiento sin haber cumplido con SUS PROMESAS DE CAMPAÑA como lo son el remozamiento de parques públicos como el de Santa Ana y Santa Lucía; se comrpometió también a remozar nuestro histórico Paseo de Montejo y se va a largar sin haber hecho nada.

Y además, yo le pregunto a Bojórquez, ¿dónde están todas las computadoras QUE PROMETIÓ EN CAMPAÑA y que habría de repartir entre la población para cumplir con el programa de internet inalámbrico? Esas sí que son promesas no cumplidas y ese hecho le vale un cacahuate a este panista de pacotilla.

Pero no obstante lo anterior, están las tremendas y vergonzosas irregularidades por las que pulsó su administración.

Tenemos el caso de la que fuera su Directora de Comunicación Social y Relaciones Públicas, a quien utilizó para hacer tremendos bisnes por cientos de millones de pesos, que a la postre le valió la cárcel a ella, bajo la mirada cínica del pequeño César que la va adejar ahí mientras él se va a pasear.

El sucio negocio de la basura que se orquestó desde el Ayuntamiento y que les dio a ganar mucho dinero, principalmente al ex munícipe Luis “El Gordo” Correa Mena (hijo de aquel caballeroso y honesto Víctor Manuel Correa Rachó) quien según denuncia asentada en el Ministerio Público, se embolsó cuando menos 200 millones de pesos mexicanos.

También están las oscuras cuentas de SERVILIMPIA (que en julio cobrará, por gracia del pequeño ladrón, cinco pesos más por la recoja de basura); del Comité Permanente de Carnaval, la poca transparencia de las finanzas públicas, la corrupción existente en la Central de mantenimiento de vehículos, en la atención de los parques públicos, etc., etc., etc.

Gracias a Dios, está por llegar a su fin una de las administraciones más ladronas y nefastas que se hayan dado en nuestro municipio.

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